|
Una casa y una llave (duh!) |
En el 2006 (uno de los mejores años de mi vida, hasta ahora), estuve viviendo solo en Suecia exactamente un mes (Junio). La experiencia fue enriquecedora: preparar mi comida, lavar mi ropa, limpiar mi desorden, organizar mis gastos... era emocionante y extraño. Por supuesto que tuve mis equivocaciones (encogí 2 pijamas y tiré pasta mal hecha), pero creo que esos días me adapté muy bien y me quedé con ganas de repetirlo.
Hoy no estoy en Suecia (espero que eso cambie algún día) pero sí vivo solo. Bueno, no "solo" ya que comparto vivienda con un primo pero estoy "alejado del nido".
El cambio ocurrió debido al trabajo; el DF me recibió con nuevas responsabilidades este año y decidí que viajar diario desde Toluca hasta la capital del país era pesado, que me quitaba tiempo y que lo mejor era mudarme.
Ha sido interesante, antes llegaba a mi casa en Toluca y no me preocupaba de comida, ropa planchada y gastos. Ahora esas actividades forman parte de mi rutina diaria; las hago con gusto, no lo duden, creo que es parte de una etapa de mi vida en la que puedo experimentar esa sensación de independencia que a todos nos hace falta. Sinceramente quiero a mi familia, pero creo que siempre hay un límite en el cual debes salir y vivir el mundo; mis padres están de acuerdo, su apoyo es incondicional y eso lo agradezco muchísimo.
Si me preguntaran mis planes a futuro, en este momento son inciertos. No porque sea un huevón desinteresado en lo que haré dentro de algunos años, pero quiero saborear lo que estoy viviendo, hacerlo parte de mí y reestructurar ideas. En términos simples, disfrutar el momento. Por ahora, que venga lo que tenga que venir.
Escribo desde mi mesa chueca... en una sala casi vacía... dentro de un departamento cuasi amueblado.
Pero me gusta.