Bienvenida oscuridad

El silencio de la habitación se rompe con el profundo suspiro proveniente desde lo más recóndito de mi ser, poco a poco me doy cuenta que la rojiza luz del atardecer ya no invade mi ventana, en su lugar la intrigante y negra noche comienza a hacer su obligado acto de presencia.

Recuerdo que ese era tu momento favorito, tú siempre sonreías coquetamente y me susurrabas al oído tus ganas de que por fin el sol se ocultara... para quedarnos bajo el cobijo de la oscuridad y dar rienda suelta a esos deseos intensos donde tu piel y la mía se convertían en protagonistas.

"Dame tu mano" - comenzaba siempre el juego- y así recorría yo el terso lienzo de tu ser, me guiabas lentamente, yo sabía que debía contenerme - "No le quites la diversión". Cada paseo era diferente, siempre había un movimiento, algún toque espontáneo en puntos estratégicos que me mantenían cautivo... luego, tus manos.

Mi cuerpo vibraba con el toque de tus manos, tus dedos juguetones me estremecían cual temblor que sacude al planeta... siempre sabías cuando parar, siempre sabías el instante adecuado para sustituir el éxtasis con un apasionado beso.

Así pasaban las noches, tus piernas cruzándose con las mías; tus brazos enredándose en mi torso... apretujando mi espalda - "Te amo"- eso era siempre lo mejor.

Pero un día todo cambió, la oscuridad llegaba pero no estabas ahí, te fuiste alejando poco a poco hasta que un día decidí no seguir callado... las lágrimas no se hicieron esperar, gritos y reclamos sustituyeron las caricias y besos que alguna vez abundaron en esta habitación; tu mejor argumento simplemente fue "Te he dejado de querer".

La sensación de desquitarme me invadió, muchas conquistas eventuales compartiéron las sábanas conmigo después de aquella discusión, los juegos no eran iguales, el placer no era lo mismo... pero yo me aseguraba de que supieras que nunca pasaba una noche en soledad; me imaginaba como estarías pensando en mí, revolcándome con una persona cualquiera, "¿Dejaste de quererme?... ¡Mentira!"- y disfrutaba más el momento.

Sin embargo, ya van varios meses en esto que parece se ha convertido en rutina, mi vida perdió su rumbo desde que me dejaste... creí aprender a odiarte pero reprobé, la nostalgia y el recuerdo de esos cálidos besos siempre me desconcentraban.

Hoy me enteré que has seguido con tu vida, un nuevo trabajo en otro lugar... quizá no mentías, se te acabó el gusto y yo no lo acepté; En realidad me alegro por ti, probablemente algún día yo también cambie las cosas y dejaré de suspirar... pero no esta noche, hoy la oscuridad y alguien tocan una vez más a mi puerta. 

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Creo que con esto cumplo mi promesa ¿no?


2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gustó este relato... creo que de alguna forma me sentí identificada T-T

Marthz dijo...

Confieso que yo también me sentí identificada.

Y con eso cumples tu promesa de una entrada llena de sexo, perversión e historias caóticas?? Muy bien, me gusta que cumplas tu palabra.

Por cierto, en FB vi que eres un adicto al sexo... vaya forma de ventilar tu vida eh?? jeje

Saludines y cuidate mucho, oki??