El Sr. Jones.



 La 2a parte =)
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Junio 30, 1908
Tenía yo entonces 13 años, la edad perfecta para la transición entre la niñez y la adolescencia. Sabía que me enfrentaría a un ataque de hormonas, secreciones grasosas faciales y otros cambios físicos; sin embargo, significaba libertad para no estar atado a mis padres tanto tiempo. No me malentiendas, aún tenía que ayudar a mi padre con las labores de caza y eso se traducía en levantarse temprano… quizá eso fue lo que me salvó la vida.
No diré mucho al respecto, simplemente escuchamos un estallido a varios kilómetros y de pronto el cielo se tornó color rojo. Los gritos de mi madre reflejaban el miedo que corría por su ser. Mi padre la abrazaba pero al mismo tiempo quería salir de la casa para ver lo que había ocurrido.
Yo regresé a ser un niño, me oculté bajo la cama.
La onda de choque derrumbó varias partes de lo que en ese entonces era mi hogar. Mi madre dejó de gritar, mi padre ya no podía consolarla y protegerla. Sobreviví y ellos no.

Marzo 12, 1918
Los cambios de la guerra se hacen presentes, Moscú se convierte en nuestra capital. Yo ya estoy harto de todo; no puedo decir que odio a mi país, por el contrario… lo amo, lo amo tanto que debo abandonarlo porque no me siento lo suficientemente patriota como para pisar sus tierras.
América me espera. Veamos si es cierto lo que dicen.

Abril 09, 1927
Mi vida ha cambiado estos últimos 9 años, me cambié el nombre pero no es suficiente para pasar desapercibido. Mi acento me delata; la gente dice que soy simpático pero creo que ese juicio sale más a relucir cuando tengo unos tragos de vodka encima, soy un escandaloso.
A pesar de mi estancia no he hecho verdaderos amigos, conocidos tal vez, pero nadie cercano al que pueda considerar un camarada. No importa, ser sociable no ha sido lo mío desde que ocurrió lo de mis padres. Los libros son mi mejor compañía, poesía principalmente. Así he mejorado mi inglés.

Septiembre 13, 1942
Decidí alejarme de las grandes ciudades, tengo ahora una pequeña cabaña en el bosque. Nadie me molesta. Creo que soy realmente feliz. Hoy es mi cumpleaños, lo celebraré en soledad… como ha sido siempre.
Un día nublado. Es perfecto. Sonrío.
Con esto descubro que soy pésimo llevando un diario, el tiempo no es mi amigo a pesar de ser testigo de mi reservada vida. Tengo pocos registros de lo que me ha sucedido, quizá mi vida no es tan relevante como yo creo.
Miento. Nunca he creído que lo fuera.
Hay algo extraño en el ambiente, me da escalofríos. Volveré enseguida.

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-Me gustan esos fragmentos de su vida, son pocos pero muy sustanciales – era la voz de Isabel la que se escuchaba.
-En realidad me agrada que hayamos encontrado esto en la biblioteca, faltan muchas hojas pero sí… tienes razón. Creo que es lo único que queda del Sr. Jones. – Replicó Ismael.
-Lo que más me intriga es que nadie pude dar muchos detalles al respecto. La lápida tiene esa última fecha, Septiembre 13 de 1942, por ser la última del diario pero nada nos asegura que realmente el señor Jones falleció ese día. De todos los residentes del lugar, él es quien más me llama la atención, su tumba es la más alejada y nadie sabe por qué murió. Simplemente encontraron su cuerpo sin vida, sin marcas visibles del ataque de algún animal o algo por el estilo.
-Bueno, no puedes esperar que los diagnósticos en ese entonces fueran tan acertados como para determinar la causa de muerte- Ismael se sentía orgulloso por lo cuasi preciso de su comentario.
-Tienes razón, pero no puedes decir que la muerte del Sr. Jones no es muy misteriosa.
-Tan misteriosa que nos ha obligado a estar hoy frente a él y comenzar con nuestra historia.
-Cierto, por poco lo olvido y eso que fue mi idea.
-Tonta.
-Estúpido. ¿Comenzamos?
-Pensé que ibas a ser tú la que tomaría la batuta, después de todo frustraste el inicio de mi relato.
-Oh, lo siento ¿herí tus sentimientos? – Isabel sabía hablar sarcásticamente también.
-Calla y comienza.
-¡A la orden capitán!, oh… olvídalo, eres sólo uno más en la tripulación.
-No me digas, Ahab – Ismael frunció el ceño, conocía perfectamente la referencia de su amiga.

Isabel e Ismael se sentaron uno al lado del otro, justo frente a la lápida del Sr. Jones. La miraban fijamente, habían hecho eso muchísimas veces con los demás. Contar historias de terror a los muertos no era algo que el resto de la gente hiciera, por eso lo adoraban; el gusto que los unía.

La temperatura había disminuido, se notaba en las exhalaciones de los jóvenes cuando de sus labios brotaba un ligero vaho; comenzaron a temblar y fue cuando Ismael volteó hacia su mochila para poder sacar una pequeña frazada de la misma.

-Vale, terminemos antes de congelarnos. – dijo Ismael.
Isabel no respondió.
-¿Estás bien Isabel? No me digas que se te ha escapado la inspiración de repente. – Ismael terminó de sacar la frazada y se disponía a cubrir a su amiga.
-¿Isabel?
Isabel había desaparecido.

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Hoy fue un poco más corto, mañana espero concluir =) 

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