Del desorden de palabras...


La luz de cuatro focos encendidos ilumina la habitación, creo que son demasiados; el que sean del tipo "ahorrador de energía" carece de sentido, aunque lo peculiar es que uno de ellos emite una luz amarillenta que contrasta con el blanco de los tres restantes.
Separados cada uno por aproximadamente dos metros de distancia, forman un cuadro. Probablemente el arquitecto pensó que así se distribuiría mejor la iluminación, o simplemente pensó que se vería bien. No entiendo realmente de arquitectura.

 Lo anterior es mi pobre intento de comenzar a describir el aspecto de mi sala, después de unos minutos de haberlo redactado miré al techo y contemplé hacia la nada. Quizá sólo buscaba un pretexto para escribir de nada. Ocurre muy seguido, cuando algo me inquieta y no tengo ni la más remota idea de lo que es.

Sé que debo ser paciente, pero los que están muy cerca de mí saben la situación en la que me encuentro, un poco desesperado y esperando un correo electrónico con una respuesta que puede definir mi futuro inmediato. Es horrible estar así, y más cuando le sumas la nostalgia de fin de año. No es la navidad ni el año nuevo, de hecho sólo existe un día en diciembre que podría alterarme... pero no esta vez, simplemente es un momento difícil en el que me hace falta respirar y vivir nuevas cosas.

Han sido 5 meses difíciles, casi medio año. Lágrimas y risas, tristeza y felicidad. Todo mezclado y sin aparente resultado de salida. Para alguien que la mayor parte de su vida se rige por cuestiones lógicas y planeadas... hoy se encuentra con caos a nivel profesional y personal.

Muchos hablan del fin del mundo, yo no creo que ocurra, no quiero que pase. Quiero morir anciano, diciéndole a mis nietos que no sean idiotas como mucha gente con la que me topo casi todos los días.

Hoy no hay orden en mis palabras. Sólo una petición.

2012, acábate. Saliste igual de jodido que los 2 anteriores.

Sigue un año impar, me gustan los impares.


De los regalos

Soy pésimo para dar regalos.

No puedo evitarlo, cuando me toca regalar algo siempre digo "¿Y qué chingados doy?". Ya sea navidad o el cumpleaños de alguien (porque son las únicas fechas para regalar ¿verdad?) el ir en búsqueda de algo que le agrade a la persona es siempre un dolor de cabeza.

Verán, en algún capítulo de House M.D. el personaje principal (creo que su apellido era Williams) afirmaba que el regalo hacia alguien solamente representaba la forma en como veíamos a esa persona o lo poco que conocíamos de la misma, es decir, lo encasillábamos. Así, si regalas una licuadora a tu mamá en el día de las madres (ah, ¡ese otro día para regalar!) es porque encasillas a tu mamá como la que debe licuar en la casa y no le sirve cualquier otra cosa, también porque eres un idiota; nadie debe regalarle una licuadora a su mamá, para eso existen los modernos extractores de jugos.

En un intercambio navideño las cosas pueden tornarse aún más complicadas, ¿imaginas buscar un regalo para ese primo que casi no ves y que te lleva 7 años de diferencia y del cual no sabes ni puta idea de lo que le gusta? "¡Hey mira! Te compré una sudadera de un color horrendo y un corte que no te beneficia en nada". Vaya cagada.
Quizá regalar a tus compañeros del trabajo resulte menos complicado (irónico), me han tocado intercambios en los que previamente se enviaba la lista de "3 cosas que quiero" para que tu eligieras una y así no fallar con el regalo hacia la persona. Aunque puede suceder el caso en que "A huevo, puse en MAYÚSCULAS el regalo que OBVIAMENTE quiero... ¡HALO 4 eres mío!" y resulta en "Ay gracias, es la temporada de The Walking Dead (la regular, nada de ediciones especiales... aunque lo hayas especificado), justo el regalo que esperaba.".
SIEMPRE HAY ALGUIEN QUE LA CAGA.

"La intención es lo que cuenta" - es probablemente una de la innumerable cantidad de mamadas que se dicen con respecto a los regalos, obviamente si a las personas que lo dicen les regalaran un pequeño mojón decorado con moños su opinión cambiaría. El caso es que regalar es una de esas actividades que me resultan complejas pero interesantes a la vez.

Por eso se inventaron los certificados de regalos.

Piénsenlo bien... si no conoces a la persona y estás obligado a dar algo, no puedes verte tan burdo sacando un fajo de billetes y decirle "Ten, cómprate algo bonito"; el certificado de regalo es la opción, quizá no la mejor pero puedes aplicar la de "Ten, cómprate algo bonito... específicamente de éste lugar". Nada mal, el único fallo sería dar una tarjeta de iTunes a alguien que odia Apple o algo por el estilo.

Lo sé, el párrafo anterior resume claramente que soy la peor persona en asuntos de regalar y por lógica... una pésima persona para recibirlos.

¿Por qué?

Porque el momento es incómodo para mí y obviamente no puedo ocultar esa incomodidad en mi rostro. Ciertamente hay gente que no ha fallado en algunas ocasiones al darme un obsequio, pero mi expresión facial no fue diferente, simplemente la situación es de total incertidumbre ¿Cuál es el protocolo? ¿Sólo decir "gracias"? Lo siento, creo que me criaron dentro de una cueva y aislado de la sociedad.

Pero no siempre he sido malo para regalar, eso lo contaré después.














De confesiones nocturnas...



Escribir acerca de ti es difícil, ya han pasado varias semanas desde la última vez que nos vimos y ocurrió eso que en tu cabeza probablemente no tenía (o no tiene) sentido.

Queremos futuros distintos.

Se dice fácil, o al menos yo siempre lo entendí así porque procuro no complicarme las cosas. Siempre comparé nuestros caminos como líneas paralelas, exponiendo la posibilidad de que en algún momento podía existir divergencia. Asentías a mis palabras y yo continuaba.

Pero había algo más.

Claro, el querer cosas distintas a futuras es una idea vaga porque probablemente saliendo de la casa me podía caer un meteorito en la cabeza y muchos de mis planes (al menos los que hubieran requerido algo específico... como que no te cayera un meteorito en la cabeza) hubieran cambiado. No, algo más merodeaba en mi cabeza, en la relación, como una serpiente esperando el momento clave para atacar.

La inseguridad. El miedo. La duda.

Sí, todas esas cosas que dice Yoda que llevan al lado obscuro son verdad.
Te amo, eso no lo puedo negar. Pero tu obsesión con mi pasado era una constante que afectaba lo que yo hacía, no podía equivocarme, mis intentos de adaptarme a tus necesidades parecían no ser suficientes. En contadas ocasiones pregunté si realmente yo era lo que tú necesitabas, afirmabas; pero nuevamente demostrabas lo contrario. Yo no iba a cambiar, sólo a adaptarme y crecer en la relación... eso no te bastaba.

Finalmente me rompí.

No puedo decir que no aprendí, para alguien cuya vida ha estado llena de soledad (el oxímoron, pronto en cines), compartir parte de su espacio, gustos, pensamientos, sueños y secretos no fue algo sencillo. Ese aprendizaje recientemente me ha llevado a la idea de revisar mis emociones, verificar si algo está fallando porque definitivamente existen aspectos de mi persona que necesito cambiar. Creo que le dicen "ir al psicólogo", sí, lo he considerado... to fix myself.
¿Funcionará? No tengo ni puta idea, pero bien me lo decías... no pierdes nada con intentarlo. Lo mismo te digo, porque algo hay en ti que no me dijiste... lo sabes, lo has pensado... pero tienes miedo de afrontarlo.

¿Nos volveremos a ver?

No lo sé, eso ya se descubrirá con el tiempo. Por lo pronto respeto eso que me dijiste, después del rompimiento no quieres saber nada más. Lo respeto.

Perdón por convertirme en "el maldito ex", "ese maldito bastardo", "el cabrón hijoputa"; supongo que alguna vez me tenía que pasar. Nos tocó a nosotros, en esta parte de nuestra vida... y duele, lo sé.

Aprendí mucho contigo, espero que algo de mí se haya quedado en ti.

Hasta pronto A.






Dejar de querer


Leído en Facebook:
"Un aplauso para esa persona que 'Me quería' y ahora ni me habla".

Dejando de lado el hecho de que estaba plasmada en una imagen toda culera, al leerlo solo pude pensar en que no necesariamente "dejar de hablarle" a alguien significa que dejes de quererlo.

Yo soy de la idea de que el cariño que le tienes a las personas no se extingue, lo que cambia o disminuye es el interés. En este caso, el de continuar comunicándose o viéndose; una pareja o un grupo de amigos puede tener diferencias que ya no pueden resolverse, quedando como solución el separarse, muchas veces ésta acción tiene mayor impacto y dolor para una de las partes.
Por eso, ¿qué pasa si te alejas para no lastimar a esa persona o quererle recordar que existió algún evento que cambió las cosas? El cariño no se extingue de la noche a la mañana, simplemente (desde mi perspectiva) ya no hay emoción ni gusto por verse.

En mi vida he conocido personas que han aportado muchísimo a mi vida, por eso las aprecio. Son personas que en algún momento les dije "te quiero" y que por alguna u otra razón existió separación... a veces esa razón era simplemente una petición de su parte.

Pero no he dejado de tenerles cariño. No puedo, conocerlos (as) ha permitido construir mi vida; aprendí con ellos (as).

Y de eso se trata todo ¿no? De aprender... aunque para mí es difícil "aprender a no querer", quizá me quedé dormido igual que en mis clases de redes.

Ni hablar... hay que cambiar.

Voy por un libro de redes.

De mejoras


Ya el día está por terminar, muy bien.

Cada año voy mejorando, el tiempo cura todo pero el cabrón se pasa; es el único remedio y sale bastante caro.

Ni hablar.

Pinche agosto.

De Neil, aprendizajes y lágrimas



Hace algunas semanas Neil Gaiman (www.neilgaiman.com) le contestó vía Twitter a una de sus seguidoras que preguntaba "¿Cómo lidiar con el bloqueo de escritor?", Neil sólo comentó: "Escribe, escribe lo que sea".

Escribir lo que sea que venga a tu mente aunque al principio no tenga mucho sentido, escribir para que la mente se libere de esa pequeña opresión que tú mismo le has creado al creer que se te han agotado las ideas sabiendo que la imaginación no tiene límites.

El resultado al principio no puede ser lo esperado, quizá tome un par de días, semanas o incluso meses... pero seguir intentando para seguir aprendiendo. La vida está llena de muchos aprendizajes, otorgados por experiencias en solitario o con la compañía de otras personas; hay veces que te das cuenta de que aprendiste ya pasado un tiempo de la experiencia y en otras ocasiones, aprendes al instante, como cuando sabes que no debes meter las manos al fuego de nuevo después de recién sufrir una quemadura.

Hay veces que aprendes de la vida y relaciones cuando te rompen el corazón... hay veces en que tú eres el que lo rompe. En ambos casos, se siente muy culero.

Existen ocasiones en las que ejecutas una acción que pudiera resultar muy dolorosa pero sabes que si lo pospones el resultado sería peor; no hay un pinche manual de relaciones humanas... a todos nos toca aprender con putazos y esperar a que el tiempo nos ayude a levantarnos, a aprender, a seguir viviendo.

Hoy escribo para soltar algo dentro de mi cabeza.
Hoy escribo porque me falta mucho por aprender.

Hoy escribo y lloro, así nada más.


De microcuentos


Vaya, ya era tiempo de escribir.

Hace aproximadamente un mes se lanzó una convocatoria en Twitter para escribir un microcuento de 140 caracteres o menos.
La idea era sencilla, mandar tantos cuentos fueran posibles durante todo el mes de abril, los ganadores se darían a conocer el 18 de mayo; el premio principal eran 140 mil pesos. Estaba claro que el gusto por escribir era mi motivación principal.

Evidentemente no gané ya que esta entrada hubiera empezado con "¡pinches madres gané un puto concurso y ustedes no!", pero me gustaría compartirles los 13 microcuentos que escribí, para que queden de recuerdo. No están en orden de importancia, salvo los últimos 2 ya que son los que más trabajo me costó escribir. Espero que sean de su agrado.



  1. Despertó y miró su reloj. "Todavía queda tiempo", dijo. Esas fueron sus últimas palabras.
  2. La mujer se acercó al extraño "¿Tienes un cigarrillo?" - preguntó. "Muchos"- replicó el hombre, y continuó con su lectura.
  3. "¡Mientes!" - la cólera inundaba su voz. "¿Osas llamarme mentiroso?" - fue la réplica. Fue la última pelea entre hermanos.
  4. Omar llegó al lúgubre hotel, pidió una habitación y quedó profundamente dormido. Al despertar, su mano ya no estaba.
  5. "¡Hola señor Melville!" gritó el niño al hombre pensativo bajo el árbol. "¿Cuál es tu nombre muchacho?". "Me llamo Ismael".
  6. El amante empedernido esperaba bajo la lluvia, había olvidado su paraguas pero no sus ganas de gritar que la amaba.
  7. El detective estaba tras la última pista. "¡Este es el momento!" - gritó emocionado. El sospechoso lo escuchó y huyó.
  8. Mientras escuchaba las conversaciones ajenas, su café se enfrió. "Una tarde productiva para un escritor" - susurró y se fue a casa.
  9. Había 47 frascos en el estante, uno era el antídoto para el veneno que recorría sus venas y sólo tenía un minuto para probar.
  10. Los largos y demacrados dedos de la bruja recorrían el rostro de Elisa, ella sabía que debió hacerle caso a su madre.
  11. El payaso llevaba horas maquillándose, los gritos de los niños se escuchaban afuera. A pesar de las lágrimas, él tenía que salir.
  12. El jurado preguntó al autor "¿Cuántos caracteres, sin espacios, tiene tu cuento?". "Tiene ciento siete". Todos aplaudieron.
  13. Había una vez un cuento que tenía ciento seis caracteres (sin espacios), contaba su única coma y era feliz con su punto al final.
Y si tienen curiosidad, he aquí los cuentos de los ganadores (hubo 1 primer lugar y 2 segundos lugares, están en ese orden).
  • "En ese instante lo supo, finalmente se había convertido en su padre." - @mf_iga
  • "Nunca le dijo, cada noche mientras la besaba, que él sabía la verdad" - @yurixicastro
  • "El ingeniero había inventado el primer teléfono del mundo. De pronto, comenzó a sonar; estaban llamándolo." - @nahuelmalaquin
¿qué opinan? 

En mi muy humilde (y obviamente ardida opinión), están bien culeros. Ni hablar.

P.D. Espero que alguien haya entendido la referencia en el cuento 5.